Mentoría y desarrollo profesional

playa ayudaUna de las experiencias más interesantes que estoy teniendo en mi vida profesional en los últimos años es mi participación como mentor de personas directivas de la Junta de Andalucía. Es una actividad organizada por el IAAP para la formación en competencias directivas.

En paralelo a esta actividad, estoy teniendo algunas experiencias como mentor para ayudar a otras personas en su desarrollo profesional. Ambas experiencias comparten los mismos métodos, si bien el perfil profesional de las personas mentorizadas es distinto, al igual que la edad o el foco (competencias directivas versus carrera profesional).

No tengo todavía sistematizadas las diferencias y similitudes entre ambas experiencias, por lo que me ha resultado muy interesante el artículo en el blog del British Medical Journal sobre experiencias de mentoring en el desarrollo de la carrera profesional en el ámbito académico. Dicho artículo está dedicado a la labor de David Sackett como mentor. Para mi era una faceta desconocida de un de los padres de la medicina basada en la evidencia; fue coeditor del libro Mentorship in Academic Medicine, y autor de una serie de artículos en Clinical Trials sobre los programas de mentoring en el ámbito de la investigación clínica. Sackett contaba que había recibido ayuda de varios mentores a lo largo de su vida y que a pesar de de sus múltiples reconocimientos, el elemento más gratificante de su carrera profesional había sido el hecho de haber sido mentor de más de 300 personas que se iniciaban en el ámbito académico.

La efectividad y factores determinantes de los buenos resultados del mentoreo están bien establecidos en el ámbito sanitario, tanto en relación con las intervenciones sanitarias, como las competencias técnicas o desarrollo profesional de los sanitarios. Disponemos de algunas revisiones sistemáticas recientes sobre el mentoring en el desarrollo profesional en el ámbito académico sanitario. Estos estudios han puesto de manifiesto las competencias de las personas que participan en estos programas y los factores que contribuyen al éxito de los mismos; estos resultados dan una valoración a estos programas mejor que los publicados con anterioridad. No obstante, están por evaluar sus efectos a largo plazo.

Dos de las personas de las que Sackett fue mentor, han sistematizado en base a esa experiencia las características de un buen mentor para acompañar a otras personas en su desarrollo profesional:

  • Crea oportunidades para que los más jóvenes se entusiasmen con lo que hacen y aprenden, de forma individual o en grupos.
  • Es altruista. Da oportunidades y apoyo a los que están empezando.
  • Crea un ambiente que facilite el decir “no se” y convierte esta situación en una oportunidad de aprendizaje estructurado.
  • Proporciona orientación y asesoramiento para asegurar que estén presentes sus objetivos de desarrollo profesional, proporcionando indicaciones y sugerencias, pero no qué es lo que tiene que hacer.
  • Muestra la importancia de que se disfrute en lo que se hace.
  • Recuerda la importancia de los demás aspectos de la vida además de la carrera profesional.

Creo que las acciones altruistas de mentoring en la madurez de la carrera profesional (sobre todo si esta ha sido plena), son reflejo del deseo que muchas personas sienten de ayudar a otros en su desarrollo profesional, como una formar de revertir a la sociedad lo que esta les ha dado. No es sólo una cuestión de gestión del conocimiento en las organizaciones, es una cuestión de justicia y gratitud.